En una tierra en guerra, había un rey que causaba espanto:
A sus prisioneros no los mataba...los llevaba a una sala donde había un grupo de arqueros de un lado y una inmensa puerta de hierro del otro, sobre la cual se veían grabadas figuras de calaveras cubiertas de sangre... En esta sala, les hacía formar un círculo y les decía:
-Ustedes pueden elegir entre morir a flechazos por mis arqueros o pasar por aquella puerta...
Casi todos elegían ser muertos por los arqueros...
Al terminar la guerra, un soldado que por mucho tiempo había servido al rey se dirigió al soberano:
-Señor, ¿puedo hacerle una pregunta?
-Dime, soldado.
-Señor, ¿qué hay detrás de la puerta?
El rey respondió:
-Ve y averígualo tú mismo!!!
El soldado abrió temerosamente la puerta y, a medida que lo hacía, rayos de sol entraban... Y, finalmente, sorprendido, descubrió que...
...la puerta se abría sobre un camino que conducía a la LIBERTAD!!!
El soldado, embelesado, miró a su rey, quien le dijo:
-Yo les daba la oportunidad de elegir, pero por temor preferían morir a arriesgarse a abrir esta puerta!!!
*Moraleja*
¿Cuántas puertas dejamos de abrir por el miedo de arriesgar? ¿Cuántas veces perdemos la libertad y morimos por dentro, solamente por sentir miedo de abrir la puerta de nuestros sueños?
domingo, 30 de mayo de 2010
lunes, 10 de mayo de 2010
Los deshollinadores judíos
Un americano viajó a Israel para aprender del Talmut. El Talmut es una obra que recoge las discusiones rabínicas sobre leyes judías, tradiciones, costumbres, leyendas e historias. Fue a hablar con un rabino al que le dijo que le enseñara sus secretos.
El americano pensaba que todos los judíos eran ricos y que todo se debía a que el Talmut les guiaba para llegar a ello. El rabino sorprendido de las razones que le dio el americano se negó rotundamente a enseñárselo. El americano le dijo que si no se lo enseñaba él se lo enseñaría cualquier otro rabino, bastaría con engañarle y hacerle creer que quería convertirse al judaísmo.
El rabino meditó unos instantes y le dijo:
-Hijo mío, te enseñaré los secretos del Talmut, pero para ello deberás contestarme bien a una pregunta de las tres que te haré. Si no lo haces, me harás la promesa de olvidar totalmente la idea de aprender el Talmut.
El americano pensó que era lo suficientemente inteligente para contestar a alguna de las tres preguntas que el rabino le haría y accedió. El rabino le dijo entonces:
-Están dos deshollinadores judíos limpiando una chimenea. Se caen por ella y cuando llegan al suelo uno sale limpio y el otro sale sucio. ¿Cuál de los dos se va a lavar?
El americano dudó unos instantes y contestó:
-Está claro ¡¡¡el que está sucio!!!
A lo que el rabino le dijo:
-No hijo mío. Desde un punto de vista lógico tendrías razón. Pero desde el punto de vista de la naturaleza humana el que está sucio miraría al que está limpio y pensaría que no se habían ensuciado. Sin embargo el que está limpio miraría al que está sucio y pensaría ¡¡Como nos hemos puesto!! Y se iría a lavar.
El americano perplejo se dio cuenta de que el rabino eras más astuto de lo que le pareció en un primer momento y ansioso le pidió que le hiciera la siguiente pregunta.
-Están dos deshollinadores judíos limpiando una chimenea. Se caen por ella y cuando llegan al suelo uno sale limpio y el otro sale sucio. ¿Cuál de los dos se va a lavar?
El americano le dijo:
-Está claro rabino, desde el punto de vista lógico el que está sucio y desde el punto de vista de la naturaleza humana el que está limpio.
El rabino se sonrió:
-Vuelves a errar hijo mío. Porque desde el punto de vista metafísico es imposible que uno salga sucio y otro limpio. O los dos salen limpios o los dos salen sucios.
El americano pensó que el rabino le estaba tomando el pelo pero aun así se creía lo bastante inteligente como para acertar la última pregunta...
-Están dos deshollinadores judíos limpiando una chimenea. Se caen por ella y cuando llegan al suelo uno sale limpio y el otro sale sucio. ¿Cuál de los dos se va a lavar?
El americano se apresuró y contestó:
-Ahora si que está claro. Desde el punto de vista lógico el que está sucio, desde el punto de vista de la naturaleza humana el que está limpio y desde el punto de vista metafísico o los dos o ninguno!!!!
El rabino le miró fijamente y le dijo:
-Hijo mío… veo que no te has enterado de nada…porque desde tu punto de vista en el que crees que todos los judíos somos ricos… ¿Qué se supone que hacen dos de nosotros limpiando una chimenea? No existen deshollinadores judíos.
El americano pensaba que todos los judíos eran ricos y que todo se debía a que el Talmut les guiaba para llegar a ello. El rabino sorprendido de las razones que le dio el americano se negó rotundamente a enseñárselo. El americano le dijo que si no se lo enseñaba él se lo enseñaría cualquier otro rabino, bastaría con engañarle y hacerle creer que quería convertirse al judaísmo.
El rabino meditó unos instantes y le dijo:
-Hijo mío, te enseñaré los secretos del Talmut, pero para ello deberás contestarme bien a una pregunta de las tres que te haré. Si no lo haces, me harás la promesa de olvidar totalmente la idea de aprender el Talmut.
El americano pensó que era lo suficientemente inteligente para contestar a alguna de las tres preguntas que el rabino le haría y accedió. El rabino le dijo entonces:
-Están dos deshollinadores judíos limpiando una chimenea. Se caen por ella y cuando llegan al suelo uno sale limpio y el otro sale sucio. ¿Cuál de los dos se va a lavar?
El americano dudó unos instantes y contestó:
-Está claro ¡¡¡el que está sucio!!!
A lo que el rabino le dijo:
-No hijo mío. Desde un punto de vista lógico tendrías razón. Pero desde el punto de vista de la naturaleza humana el que está sucio miraría al que está limpio y pensaría que no se habían ensuciado. Sin embargo el que está limpio miraría al que está sucio y pensaría ¡¡Como nos hemos puesto!! Y se iría a lavar.
El americano perplejo se dio cuenta de que el rabino eras más astuto de lo que le pareció en un primer momento y ansioso le pidió que le hiciera la siguiente pregunta.
-Están dos deshollinadores judíos limpiando una chimenea. Se caen por ella y cuando llegan al suelo uno sale limpio y el otro sale sucio. ¿Cuál de los dos se va a lavar?
El americano le dijo:
-Está claro rabino, desde el punto de vista lógico el que está sucio y desde el punto de vista de la naturaleza humana el que está limpio.
El rabino se sonrió:
-Vuelves a errar hijo mío. Porque desde el punto de vista metafísico es imposible que uno salga sucio y otro limpio. O los dos salen limpios o los dos salen sucios.
El americano pensó que el rabino le estaba tomando el pelo pero aun así se creía lo bastante inteligente como para acertar la última pregunta...
-Están dos deshollinadores judíos limpiando una chimenea. Se caen por ella y cuando llegan al suelo uno sale limpio y el otro sale sucio. ¿Cuál de los dos se va a lavar?
El americano se apresuró y contestó:
-Ahora si que está claro. Desde el punto de vista lógico el que está sucio, desde el punto de vista de la naturaleza humana el que está limpio y desde el punto de vista metafísico o los dos o ninguno!!!!
El rabino le miró fijamente y le dijo:
-Hijo mío… veo que no te has enterado de nada…porque desde tu punto de vista en el que crees que todos los judíos somos ricos… ¿Qué se supone que hacen dos de nosotros limpiando una chimenea? No existen deshollinadores judíos.
Anónimo
Facilitado por Carlos del Pino
Suscribirse a:
Entradas (Atom)