Jorge Bucay

"Estos cuentos han sido escritos sólo
para señalar un lugar o un camino.

El trabajo de buscar dentro,
en lo profundo de cada relato,
el diamante que está escondido...

...es tarea de cada uno"

viernes, 9 de agosto de 2013

No es fácil librarse de ciertas cargas

Thanzan y Ekido viajaban juntos por un camino al que las abundantes lluvias habían llenado de fango.

Al doblar un recodo se encontraron con un paso especialmente dificultoso. Era imposible seguir adelante sin llenarse de barro y una joven, vestida con un kimono de seda ceñido por un conturón de tela, lo contemplaba dubitativa, incapaz de decidirse a cruzar.

-Ven aquí, muchacha -le dijo enseguida Tanzan.

Y, levantándola en sus brazos, la cruzó resueltamente, depositándola en el suelo al otro lado del barrizal. La joven le dio amablemente las gracias y siguió su camino.

Aquella noche, Ekido no pronunció una sola palabra hasta que llegaron al templo donde les ofrecieron hospitalidad. Allí, ya no pudo contenerse más.

-¿Nosostros los monjes no debemos acercarnos a las mujeres! -dijo en tono de reproche a su compañero- Y especialmente si son jóvenes y hermosas. Es muy peligroso. ¿Por qué cogiste en tus brazos a esa muchacha?

-¡Vaya!- respondió Tanzán- Yo dejé a esa joven al otro lado del lodazal, pero veo que tú todavía la llevas a cuestas... 

miércoles, 2 de enero de 2013

"Te deseo lo suficiente"


Estando en un aeropuerto observé a dos hombre despidiéndose. Se anunciaba la salida del vuelo y junto a la puerta de embarque escuché decir a uno de ellos:
-Hermano, la experiencia de estos años compartido ha sido más que suficiente. Te deseo lo suficiente a ti también.

El abrazo de despedida fue entrañable. Luego partió. El que se quedaba, caminó hacia la ventana donde yo estaba sentado. Ahí parado, me pareció que quería y necesitaba hablar.
Intenté no ser un intruso en su privacidad, pero él me preguntó:

-¿Alguna vez le dijo adiós a alguien muy querido?
-Si, lo hice… Perdone por preguntar, ¿Cuál es vuestra relación?
-Fuimos compañeros de oficina por más de diez años; es como un hermano para mí. Le ofrecieron una oportunidad en el exterior y vino a terminar algunas cosas que le habían quedado pendientes. Su familia ya viajó- dijo.
-Cuando decía adiós le escuché decir “Te deseo lo suficiente”; ¿puedo preguntarle qué significa?

Empezó a sonreír:
-Es un deseo que ha pasado de generación en generación en mi familia. Mis padres y los padres de mis padres se lo decían a quienes amaban. Hizo una pausa por un momento y mirando hacia arriba como tratando de recordar en detalle, sonrió una vez más y agregó:

-Cuando decimos “te deseo lo suficiente” estamos deseándole a la otra persona que tenga una vida llena de suficientes cosas buenas que los sostengan.

Tras una pausa, continuó con lo siguiente como recitándolo de memoria:

Te deseo el suficiente sol para mantener una actitud brillante
Te deseo la suficiente lluvia para apreciar más el sol
Te deseo la suficiente felicidad para mantener el espíritu vivo
Te deseo el suficiente dolor para que los pequeños placeres de la vida aparezcan más grandes
Te deseo la suficiente ganancia para satisfacer tus deseos
Te deseo la suficiente pérdida para apreciar todo lo que posees
Te deseo los suficientes “holas” para que te lleven a través del “adiós”

Entonces, ya con una amplia sonrisa, me saludó y lentamente se alejó