Jorge Bucay

"Estos cuentos han sido escritos sólo
para señalar un lugar o un camino.

El trabajo de buscar dentro,
en lo profundo de cada relato,
el diamante que está escondido...

...es tarea de cada uno"

miércoles, 24 de noviembre de 2010

En busca del Sol

Antaño, antes de que se pudiera contemplar al sol sobre la faz de la Tierra, había en el poblado de los animales un rey que por su ego personal y las ganas de mojara de su pueblo, junto con las fuertes lluvias y heladas, decidió que era necesario traer al sol al poblado para mejorar las condiciones de vida de su pueblo.

Ordenó enviar un escrito a todas las aldeas convocando la presencia a la corte de todos los animales mayores de cinco años. Corrió la voz por todas las aldeas que formaban el pueblo que reinaba éste rey, y corrió también la voz a todos los demás animales que sin pertenecer a la jurisdicción del rey tenían la curiosidad de saber lo que quería éste, ya que tenía fama de buen orador y sus súbditos no tenían más que buenas palabras para él.

Acudieron a la corte todo tipo de animal mayor de cinco años, y entonces el rey les dio a conocer la misión que les esperaba y los requisitos que exigía para dicha misión. Necesitaba un animal con mucho coraje, que pudiera sostenerse sobre sus patas, que trepara a lo más alto del Pico da Fogo, el más alto del reino animal, y una vez en lo alto, traspasara el firmamento en busca del sol y trajera al sol al poblado. Poco a poco se iban retirando los animales porque no reunían el perfil que pedía el rey. Transcurrieron horas, días, semanas hasta que llegó al poblado un animal que se creía capaz porque se apoyaba sobre dos patas y caminaba erguido, aparentemente se le veía distinto a todos los demás animales. Tuvo una audiencia con el rey, pidió todo lo que creía necesitar para escalar el Pico da Fogo, se despidió de todos los curios que se reunieron a verle, y se fue del pueblo en dirección al Pico, con ayuda de un mapa que le dio el rey.

Pasaron las horas, los días, los meses y los animales se olvidaron de aquél que se fue en busca del sol, sólo el rey tenía la fe de que algún día tendría una respuesta ya sea positiva o negativa, ya venga de regreso con el sol o con las manos vacías. A primeras horas del día primero, del mes primero, del año quinto después de la partida de aquél animal en busca del sol, en el poblado de los animales se divisó un punto brillante en el oriente, en el firmamento, que se iba agrandando a medida que avanzaba el día, estaban todos pendientes de aquella luz y el rey tenía la corazonada que era el sol. Aproximadamente a medio día, se distinguió claramente una bola roja y brillante que desprendía calor y que hacía fundir los hielos y los animales dejaban de tiritar. Alguien lo traía cogido entre sus dos manos, se posó sobre sus dos patas en la plaza del pueblo.

Corrió rápidamente la voz y junto con el rey se reunieron en la plaza mayor del pueblo multitud de animales venidos de todas partes: -¿quién eres? Preguntó el rey al que había llegado con aquella bola brillante. – mi nombre es Hombre, y después de una pausa dijo, aquí le entrego al sol y el mapa que hace algún tiempo me entregó para que le buscara al sol; a partir de ahora verá al sol todas las mañanas salir del oriente y se pondrá todas las tardes en el occidente. Y dijo el rey: - Hombre, te concedo la facultad de dominar y gobernar a todos los demás animales, tenlos bajo tu protección y cuidado, y donde estés Tú junto con otros animales, serás el rey.

Aplaudieron todos, comieron y bebieron celebrando la llegada del sol, y al atardecer el hombre cogió de nuevo al sol y lo llevó al poniente, occidente, asegurando a todos los presentes que a partir del día siguiente saldría y se pondría sólo el sol en horas diurnas. Disfrutaron del sol desde entonces hasta nuestros días, y seguirán disfrutando de ello por los siglos de los siglos. Se cumplió lo que dijo el rey a Hombre respecto de los demás animales.
Y colorín colorado, el sol sigue brillando.

Fábula original, inventada por Agripina Olivera Bestué
Madrid, a diez y siete de noviembre de 2004

*Moraleja

Cuando el trabajador siente la confianza que el empresario deposita en él y la libertad para realizar su trabajo, se sien te más capaz y procura hacer bien su trabajo y se toma el tiempo necesario para hacerlo bien.


Cuento facilitado por Miguel Alonso García
Dpto.Psicología Diferencial y del Trabajo
Universidad Complutense de Madrid
https://campusvirtual.ucm.es/prof/edpo.html

miércoles, 10 de noviembre de 2010

El substituto del guardian

Cierto día en un monasterio Budista, encontraron muerto a uno de sus guardianes y fue preciso encontrar un substituto. El Gran Maestro convocó a todos los discípulos para determinar quién sería el nuevo centinela.

El Maestro, con mucha tranquilidad y calma, dijo:
"Asumirá el puesto el primer monje que resuelva el problema que voy a presentar."

Entonces colocó una magnífica mesita en el centro de la enorme sala en que estaban reunidos,
encima de esta, colocó un jarrón de porcelana muy raro, con una rosa amarilla de extraordinaria belleza en el y dijo así:
" ¡Aquí está el problema! "
Todos quedaron asombrados mirando aquella escena:
¡un jarrón de extremo valor y belleza, con una maravillosa flor en el centro!
¿Qué representaría?, ¿Que hacer?, ¿Cuál es el enigma?

En ese instante, uno de los discípulos sacó una espada, miró al Gran Maestro y a todos sus compañeros, se dirigió al centro de la sala y ... ZAZ ... destruyó todo de un solo golpe.

Tan pronto el discípulo retornó a su lugar, el Gran Maestro dijo: "Usted será el nuevo guardián del Castillo".
Cuento facilitado por Miguel Alonso García
Dpto.Psicología Diferencial y del Trabajo
Universidad Complutense de Madrid