Jorge Bucay

"Estos cuentos han sido escritos sólo
para señalar un lugar o un camino.

El trabajo de buscar dentro,
en lo profundo de cada relato,
el diamante que está escondido...

...es tarea de cada uno"

jueves, 30 de diciembre de 2010

El águila y la gallina de corral

Caminando por un prado, un granjero se encontró con un huevo de águila. Lo metió en una bolsa y, una vez en su granja, lo colocó en el nido de una gallina de corral. Así fue como el aguilucho fue incubado y criado junto a una nidada de pollos.

Al creer que era uno de ellos, el águila se limitó a hacer durante toda su vida lo mismo que hacían todos los demás. Escarbaba en la tierra en busca de insectos y gusanos, piando y cacareando. Incluso sacudía las alas y volaba unos metros por el aire, imitando así el vuelo del resto de las gallinas.

Los años fueron pasando y el águila se convirtió en un pájaro fuerte y vigoroso. Y un buen día divisó una magnífica ave que planeaba majestuosamente por el cielo. El águila no podía dejar de mirar hacia arriba, asombrada de cómo aquel pájaro surcaba las corrientes de aire moviendo sus poderosas alas.


-"¿Que es eso?", le preguntó maravillada a una gallina que estaba a su lado.

-"Es el águila, el rey de todas las aves", respondió cabizbaja su compañera.

- "Es todo lo contrario de lo que somos. Tú y yo hemos nacido para mantener la cabeza agachada y mirar hacia el suelo".

Y así fue como el águila nunca más volvió a mirar el cielo. Tal como le habían dicho, murió creyendo que era una simple gallina de corral.


El Pais Semanal. Nº 1783 Domingo 28 de noviembre de 2010

martes, 14 de diciembre de 2010

El diamante

Un viajero llegó a las afueras de una aldea y acampó bajo un árbol para pasar la noche. De pronto llegó corriendo un joven que, entusiasmado le gritó:

-"¡Dame la piedra preciosa!"

El viajero lo miró desconcertado y le preguntó:

-" lo siento, pero no sé de qué me hablas".

Más calmado, el aldeano sentó a su vera.

-"Ayer por la noche una voz me habló en sueños", le confesó. "Y me aseguró que si al anochecer venía a las afueras de la aldea, encontraría a un viajero que medaría una piedra preciosa que me haría rico para siempre".


El viajero rebuscó en su bolsa y extrajo una piedra deltamaño de un puñado.

-"Probablemente se refería a esta. Me pareció bonita y poreso lacogí. Tómala, ahora es tuya", dijo, mientras se la entregaba al joven.


¡Era un diamante¡ El aldeano, eufórico, lo cogió y regresó a su casa dando saltos de alegría.


Mientras el viajero dormía plácidamente bajo el cielo estrellado, el joven no podía pegar ojo. El miedo a que le robaran su tesoro le había quitado el sueño y pasó toda la noche en vela. Alamanecer, fue de nuevo corriendo en busca de aquel viajero. Nada más verlo, le devolvió el diamante. Y muy seriamente, le suplicó:

"Por favor, enséñame a conseguir la riqueza que te permite desprenderte de este diamante con tanta facilidad".


tomado de la Revista El País Semanal nº 1.779
Domingo 31 de octubre de 2010