El maestro le miró y le respondió: "Si meditas cuatro horas al día, tal vez lo consigas dentro de diez años".
El hombre, pensando que podía hacer más, de lijo: "Maestro, y si medito ocho horas al día, ¿cuánto tiempo tardaré en alcanzar la iluminación?".
El maestro le miró y le respondió: "Si meditas ocho horas al día, tal vez lo lograrás dentro de veinte años".
"Pero ¿Por qué tardaré más tiempo si medito más?", preguntó el hombre.
El maestro contestó: "No estás aquí para sacrificar tu alegría ni tu vida. Estás aquí para vivir, para ser feliz y para amar. Si puedes alcanzar tu máximo nivel en dos horas de meditación, pero utilizas ocho, sólo conseguirás agotarte, apartarte del verdadero sentido de la meditación y no disfrutar de tu vida. Haz lo máximo que puedas, y tal vez aprenderás que independientemente del tiempo que medites, puedes vivir, amar y ser feliz".
Cuento extraído del libro "Los cuatro acuerdos.
Un libro de sabiduría tolteca". Dr. Miguel Ruiz