Poco después de que oscureciera, el vigía que estaba en el extremo del puente informó: "Luz a estribor".
"¿Rumbo directo o se desvía hacia popa?, gritó el capitán. El vigía respondió "Directo capitán", lo que significaba que nuestro propio curso nos estaba conduciendo a una colisión con aquel buque.
El capitán llamó al encargado de emitir señales. "Envía este mensaje: Estamos a punto de chocar; aconsejamos cambiar 20 grados de rumbo."
Llegó otra señal de respuesta: "Aconsejamos que ustedes cambien 20 grados su rumbo".
El capitán dijo: "Contéstele: Soy capitán; cambie su rumbo 20 grados".
"Soy marinero de segunda clase -nos respondieron-. Mejor cambie su rumbo 20 grados."
El capitán ya estaba hecho, una furia. Espetó: "Conteste: Soy un acorazado. Cambie su rumbo 20 grados".
La linterna del interlocutor envió su último mensaje: "Yo soy un faro".
Cambiamos de rumbo.
Narración de Frank Koch en Proceedings, revista del Instituto Naval
Extraído del libro "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva"
de Stephen R. Covey