Jorge Bucay

"Estos cuentos han sido escritos sólo
para señalar un lugar o un camino.

El trabajo de buscar dentro,
en lo profundo de cada relato,
el diamante que está escondido...

...es tarea de cada uno"

domingo, 21 de octubre de 2012

La oportunidad

Un joven describía entusiasmado lo que soñaba poder hacer por los pobres.
“¿Y cuándo piensas hacer realidad tus sueños?”, le preguntó el Maestro.
“Tan pronto como llegue la oportunidad de hacerlo”.
“La oportunidad nunca llega”, dijo el Maestro.
“La oportunidad ya está aquí”.

Fuente: Coaching para todos (aquí)

lunes, 24 de septiembre de 2012

El Guerrero Samurai

Cerca de Tokio vivía un gran samurai ya anciano, que se dedicaba a enseñar a los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda de que todavía era capaz de derrotar a cualquier adversario. Cierta tarde, un guerrero conocido por su total falta de escrúpulos, apareció por allí.

Era famoso por utilizar la técnica de la provocación. Esperaba a que su adversario hiciera el primer
movimiento y, dotado de una inteligencia privilegiada para reparar en los errores cometidos, contraatacaba con velocidad fulminante.
El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una lucha. Con la reputación del samurai, se fue hasta allí para derrotarlo y aumentar su fama. Todos los estudiantes se manifestaron en contra de la idea, pero el viejo aceptó el desafío. Todos juntos se dirigieron a la plaza de la ciudad y el joven comenzaba a insultar al anciano maestro. Arrojó algunas piedras en su dirección, le escupió en la cara, le gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus ancestros. Durante horas hizo todo por provocarlo, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, sintiéndose ya exhausto y humillado, el impetuoso guerrero se retiró.
Desilusionados por el hecho de que el maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:
-¿Cómo pudiste, maestro, soportar tanta indignidad? ¿Por qué no usaste tu espada, aún sabiendo que podías perder la lucha, en vez de mostrarte cobarde delante de todos nosotros?
El maestro les preguntó:
-Si alguien llega hasta ustedes con un regalo y ustedes no lo aceptan, ¿a quién pertenece el obsequio?
-A quien intentó entregarlo, respondió uno de los alumnos.
Lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos.
-Dijo el maestro, cuando no se aceptan, continúan perteneciendo a quien los llevaba consigo.

DESCONOCIDO
 

Extraído de  planeta deuda (aquí)

viernes, 10 de agosto de 2012

La parábola del matrimonio

Cuenta una vieja leyenda de los indios Sioux que una vez llegaron hasta la tienda del viejo brujo de la tribu, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Alta la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu.
- Nos amamos - empezó el joven.
- Y nos vamos a casar - dijo ella.
- Y nos queremos tanto que tenemos miedo. Queremos un hechizo, un conjuro, un talismán. Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos. Que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitú el día de la muerte.
- Por favor - repitieron - ¿hay algo que podamos hacer?

El viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, tan anhelantes esperando su palabra.
- Hay algo...- dijo el viejo después de una larga pausa -. Pero no sé...es una tarea muy difícil y sacrificada.
- No importa - dijeron los dos-. Lo que sea - ratificó Toro Bravo.
- Bien -dijo el brujo-. Nube Alta, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? Deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos, y deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte. Si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de la luna llena. ¿Comprendiste?
La joven asintió en silencio.
- Y tú, Toro Bravo - siguió el brujo - deberás escalar la Montaña del Trueno; cuando llegues a la cima, encontrarás la más brava de todas las águilas y, solamente con tus manos y una red, deberás atraparla sin heridas y traerla ante mi, viva, el mismo día en que vendrá Nube Alta...¡salgan ahora!.

Los jóvenes se miraron con ternura y después de una fugaz sonrisa salieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte, él hacia el sur.... El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con sendas bolsas de tela que contenían las aves solicitadas.
El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas. Los jóvenes lo hicieron y expusieron ante la aprobación del viejo las aves cazadas. Eran verdaderamente hermosos ejemplares, sin duda lo mejor de su estirpe.

- ¿Volaban alto?- preguntó el brujo.
- Sí, sin duda. Como lo pediste... ¿y ahora? - preguntó el joven- ¿los mataremos y beberemos el honor de su sangre?
- No - dijo el viejo-.
- Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne - propuso la joven-.
- No - repitió el viejo-. Harán lo que les digo: Tomen las aves y átenlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero... Cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres.

El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros. El águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero solo consiguieron revolcarse en el piso. Unos minutos después, irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre si hasta lastimarse.
Este es el conjuro...
-Jamás olviden lo que han visto. Son ustedes como un águila y un halcón; si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse uno al otro. Si quieren que el amor entre ustedes perdure, VUELEN JUNTOS PERO JAMÁS ATADOS.

DESCONOCIDO


Extraído de Planeta Deuda (aquí)

viernes, 27 de julio de 2012

El halcón que no volaba

Hace muchos siglos, había un rey que recibió como obsequio dos crías de halcón que entregó al maestro de cetrería para que las entrenase.

Pasados unos meses, el maestro le dijo al rey que uno de los halcones estaba completamente educado. El otro no se movía de la rama desde el día de su llegada a palacio y no sabía que le pasaba.

El rey hizo venir a sanadores y curanderos de todo tipo, mas ninguno de ellos lo hizo volar. Ningún cortesano tampoco lo logró.

Finalmente el rey hizo publicar un edicto para difundir entre sus vasallos pidiendo ayuda.

A la mañana siguiente, el rey estaba mirando por la ventana de su alcoba y observó que el halcón que no podía volar, lo había conseguido.

- ¡Traedme al autor de este milagro! – ordenó el rey.

Enseguida le trajeron a un humilde campesino.

- ¿Tú has hecho volar a mi halcón? ¿Cómo lo has hecho? ¿Eres un mago? – preguntó el rey.

Feliz pero un poco intimidado a la vez, el campesino respondió:
- No fue difícil majestad. Sólo corté la rama en la que siempre estaba posado. Al hacerlo, el halcón se dio cuenta que tenía alas y simplemente voló.


Cuento extraído de Coaching para todos (aquí)

domingo, 15 de julio de 2012

La piedra (Reflexión)

El distraído tropezó con ella.
El violento la utilizó como proyectil.
El emprendedor, construyó con ella.
El campesino, cansado, la utilizó de asiento.
Para los niños, fue un juguete.
Drummond la poetizó.
David, mató a Goliat.
Y Miguel Angel le sacó la más bella escultura.


En todos estos casos, la diferencia no estuvo en la piedra ¡sino en el hombre!.

No existe "piedra" en tu camino que no puedas aprovechar para tu propio crecimiento.

DESCONOCIDO
Cuento extraído de Planeta Deuda

sábado, 30 de junio de 2012

El collar de turquesas

Detrás del mostrador el hombre miraba distraídamente hacia la calle mientras una chiquilla se aproximaba al local. Ella aplastó su naricita contra el vidrio de la vidriera, y sus ojos color de cielo brillaron cuando vio un determinado objeto.


Ella entró en el local y pidió ver el collar de turquesas azules y le dijo al vendedor: Es para mi hermana. Podría hacerme un lindo paquete?

El dueño del local miró a la chica con desconfianza y le preguntó: Cuánto dinero tienes? Sin alterarse ella sacó de su bolsillo un atadito y fue deshaciendo los nudos. Colocó un sobre sobre el mostrador y dijo: Esto alcanza o no?"

Ella mostraba orgullosa algunas monedas." Sabe ", continuó, quiero regalarle esto a mi hermana mayor. Desde que nuestra madre murió ella me cuida y no tiene tiempo para ella.

Hoy es el cumpleaños de ella y estoy segura que estará feliz con el collar, que es del color de sus ojos.El hombre se fue para adentro, colocó el collar en un estuche, lo envolvió con un papel rojo e hizo un hermoso moño con una cinta azul.

"Toma", le dijo a la chiquita, "Llevalo con cuidado". Ella se fue feliz saltando calle abajo. Todavía no había terminado el día cuando una linda joven de cabellos rubios y maravillosos ojos azules entró en el negocio. Colocó sobre el mostrador el paquete desenvuelto y preguntó: "Este collar fue comprado aquí?" "Si señora", respondió el dueño del local. Cuánto costó ?" "Ah!", dijo el dueño el precio de cualquier objeto en mi negocio es siempre un asunto confidencial entre el vendedor y el cliente."

Pero mi hermana sólo tenía algunas monedas. Este collar es verdadero, no? Ella no tendría el dinero para pagarlo". El hombre tomó el estuche, rehizo el envoltorio y con mucho cariño colocó la cinta diciendo: "Ella pagó el precio más alto que cualquier persona puede pagar. Ella dió todo lo que tenía".

El silencio lleno el pequeño local y lágrimas cayeron por el rostro de la joven, mientras sus manos tomaban el paquete.

" LA VERDADERA DONACION ES DARSE POR ENTERO, SIN RESTRICCIONES". ALBERT EINSTEIN



Cuento extraído de Planeta deuda

domingo, 17 de junio de 2012

Vivir como las flores



Maestro, ¿qué debo hacer para no quedarme molesto? Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes. Siento odio por aquellas que son mentirosas y sufro con aquellas que calumnian.

- ¡Pues, vive como las flores! Advirtió el maestro.

- Y ¿cómo es vivir como las flores? Preguntó el discípulo.

- Pon atención a esas flores -continuó el maestro, señalando unos lirios que crecían en el jardín. Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos. Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son suyos, no hay motivo para molestarse. Ejercita pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera.

Esto, es vivir como las flores.
DESCONOCIDO
Reflexión extraída de planeta deuda (aquí


lunes, 4 de junio de 2012

El éxito comienza con la voluntad (reflexión)


Si piensas que estás vencido, lo estás.

Si piensas que no te atreves, no lo harás.
Si piensas que te gustaría ganar pero no puedes, no lo lograrás.
Si piensas que perderás, ya has perdido,
porque en el mundo encontrarás que el éxito comienza con la voluntad del hombre.
Todo está en el estado mental.

Porque muchas carreras se han perdido antes de haberse corrido,
y muchos cobardes han fracasado, antes de haber su trabajo empezado.
Piensa en grande y tus hechos crecerán.
Piensa en pequeño y quedarás atrás.
Piensa que puedes y podrás.
Todo está en el estado mental.

Si piensas que estás aventajado, lo estás.
Tienes que pensar bien para elevarte.
Tienes que estar seguro de ti mismo, antes de intentar ganar un premio.
La batalla de la vida no siempre la gana el hombre más fuerte, o el más ligero,
porque tarde o temprano, el hombre que gana, es aquél que cree poder hacerlo.

RUDYARD KIPLING

Reflexión extraída de planeta deuda (aquí)

domingo, 13 de mayo de 2012

Cuando me amé de verdad



Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme...          
Hoy sé que eso tiene nombre… autoestima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades.            
Hoy sé que eso es… autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. 
Hoy sé que eso se llama… madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. 
Hoy sé que el nombre de eso es… respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. 
Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo.

Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. 
Hoy sé, que eso es… simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. 
Así descubrí la… humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. 
Y eso se llama… plenitud.

Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. 
Y esto es… saber vivir!

No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.

Charles Chaplin

sábado, 28 de abril de 2012

La persistencia

El joven Demóstenes soñaba con ser un gran orador, sin embargo este propósito parecía una locura desde todo punto de vista.
Su trabajo era humilde, y de extenuantes horas a la intemperie.

No tenía el dinero para pagar a sus maestros, ni ningún tipo de conocimientos.

Además tenía otra gran limitación: Era tartamudo.

Demóstenes sabía que la persistencia y la tenacidad hacen milagros y, cultivando estas virtudes, pudo asistir a los discursos de los oradores y filósofos más prominentes de la época. Hasta tuvo la oportunidad de ver al mismísimo Platón exponer sus teorías.

Ansioso por empezar, no perdió tiempo en preparar su primer discurso.

Su entusiasmo duro poco: La presentación fue un desastre.

A la tercera frase fue interrumpido por los gritos de protesta de la audiencia:

- ¿Para qué nos repite diez veces la misma frase?
-dijo un hombre seguido de las carcajadas del público.

- ¡Hable más alto! -exclamó otro-. No se escucha, ¡ponga el aire en sus pulmones y no en su cerebro!



Las burlas acentuaron el nerviosismo y el tartamudeo de Demóstenes, quien se retiró entre los abucheos sin siquiera terminar su discurso.

Cualquier otra persona hubiera olvidado sus sueños para siempre. Fueron muchos los que le aconsejaron -y muchos otros los que lo humillaron- para que desistiera de tan absurdo propósito.

En vez de sentirse desanimado, Demóstenes tomaba esas afirmaciones como un desafió, como un juego que él quería ganar.

Usaba la frustración para agrandarse, para llenarse de fuerza, para mirar más lejos. Sabía que los premios de la vida eran para quienes tenían la paciencia y persistencia de saber crecer.

- Tengo que trabajar en mi estilo.- se decía a sí mismo.

Así fue que se embarcó en la aventura de hacer todo lo necesario para superar las adversas circunstancias que lo rodeaban.

Se afeitó la cabeza, para así resistir la tentación de salir a las calles. De este modo, día a día, se aislaba
hasta el amanecer practicando.

En los atardeceres corría por las playas, gritándole al sol con todas sus fuerzas, para así ejercitar sus pulmones.

Más entrada la noche, se llenaba la boca con piedras y se ponía un cuchillo afilado entre los dientes para forzarse a hablar sin tartamudear.

Al regresar a la casa se paraba durante horas frente a un espejo para mejorar su postura y sus gestos.

Así pasaron meses y años, antes de que  reapareciera de nuevo ante la asamblea defendiendo con éxito a un fabricante de lámparas, a quien sus ingratos hijos le querían arrebatar su patrimonio.

En esta ocasión la seguridad, la elocuencia y la sabiduría de Demóstenes fue ovacionada por el público hasta el cansancio.

Demóstenes fue posteriormente elegido como embajador de la ciudad.

Su persistencia convirtió las piedras del camino en las rocas sobre las cuales levantó sus sueños.

Cuento aportado por Lara Vaselova (aquí



* Moraleja: Tú lo sabes: cuando realmente has sido persistente y has mantenido tu compromiso,  muchas veces en tu vida, has convertido en posible lo imposible. Nunca lo olvides.



P.D.: Sólo por hoy elige pensamientos y emociones positivas. Notarás la diferencia.

martes, 10 de abril de 2012

El billete de 500 euros

Pablo, con el rostro abatido de pensar, se reúne con su amiga Laura en un bar a tomar un café.

Deprimido, descargó en ella sus angustias… que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su vocación!… Todo parecía estar mal en su vida

Laura introdujo la mano en su bolso, sacó un billete de 500 euros y le dijo: “¿Quieres este billete?”.

Pablo, un poco confundido al principio, le contestó: “Claro, Laura… son 500 euros ¿Quién no los querría?”.

Entonces Laura tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo una pequeña bola

Mostrando la estrujada pelotita a Pablo, volvió a preguntarle: “Y ahora, ¿lo quieres también?”.

“Laura, no sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo 500 euros. Claro que lo aceptaré si me lo das”.

Laura desdobló el billete, lo tiró al suelo y lo restregó con el pie, levantándolo luego sucio y marcado. “¿Lo sigues queriendo?”.

“Mira, Laura, sigo sin entender a donde vas, pero es un billete de 500 euros y mientras no lo rompas, conserva su valor…”

“Pablo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee, sigues siendo tan valioso como siempre lo has sido… Lo que debes preguntarte es cuánto vales en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado”.

Pablo se quedó mirando a Laura sin atinar a decir palabra alguna, mientras el Impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro…

Laura puso el arrugado billete a su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó:

“Toma, guárdalo, para que te acuerdes de esto cuando te sientas mal… pero me debes un billete nuevo de 500 euros para poderlo usarlo con el próximo amigo que lo necesite”.

Le dio un beso en la mejilla y se alejó hacia la puerta.
Pablo volvió a mirar el billete, sonrió, lo guardó y con una renovada energía llamó al camarero para pagar la cuenta…

Pero realmente, un billete de 500 euros es un insulto ante nuestro infinito valor y ojalá nos diésemos cuenta en vida y con salud y no esperásemos a que el infarto sea nuestro maestro, a experiencias cumbre como la de la neurocientífica Jill Bolte Taylor o a la muerte/desencarnación.

Nunca es tarde para re-descubrir que los 24 kilates los llevamos incorporados desde el nacimiento y solo tenemos que “recordar” y pulir.

Fuente: María del Mar Jiménez "Can-Men". El Blog Alternativo


miércoles, 7 de marzo de 2012

Cuento sobre el camino propio

Un sabio maestro llamado Lin estaba acostado en su lecho de muerte, rodeado por sus discípulos. Lloraba desconsoladamente y nadie lograba confortarlo.
Uno de sus alumnos le preguntó: "Maestro, ¿por qué está llorando? ¡Si usted es casi tan inteligente como el patriarca Abraham y tan bondadoso como el mismo Buda!".
Al escuchar esto, el anciano Lin respondió: "Cuando parta de este mundo a comparecer ante el Tribunal Celestial nadie me cuestionará por qué no fui inteligente como Abraham o bondadoso como Buda. Por el contrario, la pregunta que me harán será: "Lin, ¿por qué no fuiste como Lin? ¿Por qué no ejerciste tu potencial? ¿Por qué no seguiste la trayectoria que era la tuya propia y personal?"

Cuento extraído del libro 
"Coaching, el arte de soplar brasas", 
de Leonardo Wolk